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¿PUEDE LA MUJER PREDICAR, ENSEÑAR Y OCUPAR ROLES DE LIDERAZGO EN LA IGLESIA?
Agosto 2024 - Centro Cristiano de la Unión - Consejo Pastoral

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ÍNDICE​​

 

  1. OBJETIVO

  2. PASAJES CLAVES EN DISCUSIÓN (RV60)

    1. 1° Timoteo 2:8-15

    2. 1° Corintios 11:2-16

    3. 1° Corintios 14:33b-42

  3. REGLAS HERMENÉUTICAS APLICADAS EN ESTE ESTUDIO

    1. Análisis del Género Literario y Contexto Literario.

    2. Análisis del Contexto Histórico y Cultural

    3. Autoría e Intención del Autor

    4. Análisis Léxico y Gramatical

    5. Comparación con otras Secciones de la Escritura

    6.  Principio de No Contradicción

    7. Evitar Falacias Exegéticas

    8. Relevancia y Aplicación

    9. Dependencia del Espíritu Santo

  4. ANÁLISIS DESDE EL ESTUDIO DE LA ESCRITURA

    1. Lectura Literal o Amplia

    2. Interpretación Contextual

    3. Interpretación Universal o Corrección Particular

    4. Aplicaciones Culturales

    5. Adaptación a las Costumbres y Tradiciones Judías

    6. Sujeción General o Marital

    7. Comparación de Textos y No Contradicción

    8. Ejercicio de la Autoridad

    9. Universalidad de la Repartición de Dones y Llamado

    10. El Orden de la Creación

    11. Doctrina No Fundamental

  5. ANÁLISIS DESDE LA PRAXIS

    1. Posturas Denominacionales

    2. Preguntas de Análisis Práctico

    3. Actitudes Coherentes

  6. CONCLUSIONES

  7. ACLARACIONES FINALES

1. Objetivo


El objetivo del presente documento es expresar de manera ordenada la investigación realizada por el Consejo Pastoral del Centro Cristiano de la Unión de La Plata en los años 2023-2024 en el contexto del tema “El rol de la mujer en la iglesia, en cuanto al ministerio de Enseñanza, Predicación y Pastoral”, en busca de la Verdad que Dios quiere comunicar en su Palabra y su aplicación práctica en la iglesia local, y tratando de responder a los interrogantes: ¿Pueden las mujeres predicar o enseñar la Palabra de Dios en la iglesia? ¿Pueden hacerlo en reuniones o cultos públicos u otros encuentros de la congregación local? ¿Pueden las mujeres formar parte del liderazgo principal de una congregación local, es decir, ocupar roles de anciana, diaconisa, pastora, ser parte del Consejo o equipo Pastoral de una congregación o posiciones similares?

Dicha investigación y estudio bíblico se realizó con mucho temor de Dios y fidelidad a Él, y respondiendo al llamado de cuidar de la Iglesia local y velar por la enseñanza de la sana doctrina a todos aquellos que pertenecen al pueblo de Cristo.

Sabemos que los textos analizados a continuación representan en la actualidad cierta dificultad de interpretación, por lo que no procuramos tener uniformidad de pensamiento en la iglesia acerca este tema, sino aportar luz en el análisis y estudio de estos textos de manera tal de que todos puedan sacar conclusiones con la mayor información disponible, principalmente con la guía del Espíritu Santo.

Consideramos también que los temas expresados aquí no afectan ni impactan en ninguna de las doctrinas fundamentales de nuestra fe cristiana y permiten una convivencia en paz, aun teniendo diferencias de pensamiento en la interpretación. Esto debe guiarnos, sea cual sea la conclusión a la que lleguemos luego de este estudio, a tener una actitud de respeto y aceptación con nuestros hermanos a pesar de nuestras diferencias.


Expondremos al final las conclusiones del Consejo Pastoral luego del análisis de toda la información expuesta.

2. Pasajes claves en discusión:


1 Timoteo 2:8-15

8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. 11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.

1 Corintios 11:2-16

1 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 4 Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5 Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 6 Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. 7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, 9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12 porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

1 Corintios 14:33b-42

Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?
37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40 pero hágase todo decentemente y con orden.

3. Reglas hermenéuticas aplicadas en este estudio.

Hemos abordado este análisis teniendo en cuenta las reglas de hermenéutica bíblica, las cuales se resumen a continuación, y se verán aplicadas en todo el texto del presente estudio. Estos principios son reconocidos por los principales exponentes de Hermenéutica Bíblica a nivel mundial.

Análisis del Género Literario y Contexto Literario.

El género literario ¿es narrativo, poesía, profecía, epistolar, etc.?

Los versículos más próximos del párrafo, el capítulo completo y la carta completa, ¿qué objetivos tienen y qué información nos aportan? 

        

Análisis del Contexto Histórico y Cultural

Entender las costumbres, leyes, situaciones políticas y sociales en las que fue escrito el texto ayuda a entender las palabras y acciones allí descritas.

Autoría e Intención del Autor

¿Qué quería comunicar el autor? ¿Qué entendían los receptores originales con cada palabra? ¿Cuál era el propósito original de la carta y de cada consejo, exhortación, advertencia? ¿Eran respuestas ante situaciones pre-conocidas? 

Análisis Léxico y Gramatical

Estudiar las palabras claves en su idioma original (hebreo, arameo, griego) si es posible con herramientas como diccionarios bíblicos y comentarios bíblicos que permitan tener mayor luz sobre el significado y aplicación de dichas palabras en este texto.

Comparación con otras Secciones de la Escritura

“La Biblia se interpreta a sí misma”. Buscar pasajes paralelos, referencias cruzadas que arrojen luz sobre el pasaje, principio bíblico y/o tema que estamos analizando para comprender el significado del texto.

Principio de No Contradicción

Asegurarse de que la interpretación a la que llegamos con el pasaje no se contradiga con otras enseñanzas claras de la Biblia. La interpretación debe ser coherente con toda la Escritura.

Evitar Falacias Exegéticas

Eiségesis: Leer el texto con ideas preconcebidas; literalismo inapropiado; descontextualización; etc.

Relevancia y Aplicación

Reflexionar sobre cómo los principios o mandatos del pasaje se aplican en la vida actual, manteniendo la fidelidad a la intención original.

 

Dependencia del Espíritu Santo

Si somos cristianos, debemos orar pidiendo sabiduría y revelación al Espíritu Santo al leer y buscar Su Verdad en la interpretación de la Palabra, y no hacer una mera investigación académica.

4. Análisis desde el estudio de la Escritura

4.1. Lectura Literal o Amplia 
Los argumentos en contra del ejercicio de la enseñanza y el pastorado de la mujer se basan en que se entiende que la lectura e interpretación de estos pasajes debe ser literal, tal y como se encuentra escrito en los textos bíblicos. Por lo tanto, por ejemplo, en 1° Timoteo 3:2 “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”, al indicar que un obispo (anciano/pastor) debe ser “marido de una sola mujer”, estaría indicando que el pastorado está sólo reservado para los hombres.

Sin embargo, la postura contraria entiende que cuando se indica que un obispo debe ser “marido de una sola mujer”, no estaría indicando que el pastorado está sólo reservado para los varones. Si así fuera, debería entenderse en los mismos términos los demás mandatos del Apóstol en el pasaje completo, por ejemplo, que el obispo debe ser casado y tener hijos (1° Timoteo 3:4 “que tenga a sus hijos en sujeción”), condición que varios de sus colaboradores no cumplían (por ejemplo, no existe evidencia bíblica ni extra bíblica de que Tito y Timoteo fueran casados). Además, de ser esta una condición necesaria y universal, sería esperable que Pablo hubiera dejado en claro dicha verdad en este pasaje (así como en Tito 1, donde también se listan requisitos para el pastorado), para mantener el orden de la iglesia y de todas las iglesias, refiriéndose a que sólo los hombres podrían asumir el rol de pastores, líderes y/o maestros de otras personas; sobre todo cuando vemos que fue tan explícito en tantas otras cosas dentro de este listado.


Esto no implica que, en su mayoría, los liderazgos de dicha época fueran masculinos, tanto a nivel civil, religioso y aún en la iglesia primitiva, dadas las costumbres de la época. Pero no por ello podemos afirmar que Pablo está diciendo aquí que los ancianos deben ser únicamente hombres.


Por el contrario, se entiende que en el texto “marido de una sola mujer” están expresados principios que sí son universales y se mantienen a lo largo de toda la Biblia, tanto Antiguo como Nuevo Testamento, que son la monogamia, la heterosexualidad y la fidelidad. 

Todo el listado de requisitos expuesto por Pablo en 1° Timoteo 3:2-7 es de aspecto moral, ético y apela al buen testimonio de la persona que ejerza este rol (1° Timoteo 3:7 “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito”), y es un componente fundamental del primer mandamiento que Pablo exige para este rol: el de ser irreprensible (1° Timoteo 3:2 “Es necesario que el obispo sea irreprensible”).

Si la lectura es literal, su aplicación también debe serla


1° Timoteo 2:9-10 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”


Si se interpreta este texto literalmente, la congregación entonces debería tomar como regla que las mujeres se vistan de manera sencilla, sin ropa cara, de marca, con muchos colores o llamativa, evitando vestirse como indica la moda. Desde el Siglo I hasta la actualidad las normas de decoro, pudor y modestia han cambiado bastante, por lo tanto deberemos preguntarnos ¿cuál sería la norma a seguir para definir qué es decoro, pudor y modestia? Sería importante definir un estándar de decoro, pudor y modestia al menos dentro de nuestra comunidad para que todos nosotros estemos de acuerdo en esto y que podamos elegir qué vestimenta entraría en dichas normas. Las mujeres deberían evitar ir a la peluquería, hacerse peinados caros, teñirse el cabello, alisarlo y demás cosas que demuestran que ostentan que tienen dinero y se lo gastan en producirse bien y arreglarse mucho el pelo. Asimismo deberían evitar usar aros, collares o colgantes llamativos, sobre todo si son de oro, perlas o piedras preciosas. Todas estas cosas que mencionamos, serían cosas que demostrarían que son verdaderas cristianas, que efectivamente son hijas de Dios, y que viven la fe como se debe.


Aunque en el Siglo I esto fuera una prueba cierta de ello, ¿podemos asumir que hoy, en el siglo XXI, también lo es? 

1° Timoteo 2:11-12 “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”


A la luz de este pasaje, las mujeres tendrían que permanecer calladas en las reuniones. No podrían hablar y deberían estar siempre sujetas a sus maridos o a algún hombre con el que hayan venido (su papá, su hermano o el hombre de la casa que las hayan traído), y si no vinieron con ningún hombre deben sujetarse a algún hombre que esté presente en la congregación, ya que es un tema de sumisión del género femenino hacia el masculino. Y, definitivamente, las mujeres no podrían enseñar ni dar ningún tipo de dirección a ningún hombre presente.

1° Timoteo 2:13-14 “Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.”

Así como Adán fue formado primero, los hombres de la congregación deben ser considerados primeros frente a los roles de las mujeres, en todo sentido. Ningún hombre debería sentir o percibir que hay alguna mujer que tiene un rol que esté primero al de él, ya que el ejemplo que vemos aquí, a simple vista, llevaría a pensar que así como Eva fue engañada, las mujeres en nuestra congregación podrían ser engañadas fácilmente y se podría volver a repetir la historia. Las mujeres serían más débiles y fáciles de engañar, por ende no podrían asumir un rol de autoridad por encima del hombre porque esto sería riesgoso, y deberían dejar a los hombres asumir la responsabilidad que les toca. 


Las mujeres además, tendrían una tendencia a querer dominar al hombre, por el pecado original, por lo tanto no podrían predicar o ejercer roles de autoridad sobre los hombres, debido a las consecuencias del pecado que provocan que quiera dominarlo, siendo esto un riesgo extra para la iglesia, fundamentado en 1° Timoteo 2:13-14 y en Génesis 3:16 (“tu marido te dominará”).

1° Timoteo 2:15 “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”


Lo que sí pueden y deben hacer las mujeres para salvarse, es tener o criar hijos. ¿Qué pasará con aquellas que no se casan o no tienen la posibilidad de tener hijos? No lo sabemos, no lo aclara el pasaje, pero parece ser restrictivo. Pero lo ideal sería que las mujeres busquen el tener hijos para poder salvarse, según leemos literalmente aquí. Y además de tener hijos, para salvarse deben permanecer en la fe, deben permanecer en amor y deben permanecer en el proceso de santificación, pero todo esto en el marco de la modestia, o sea, sin vestirse de manera extravagante, sin querer dominar al hombre, etc.; debiendo mostrar de manera evidente que en su conducta y manera de vivir expresan estas características (además de tener hijos); de lo contrario podría ser evidencia de que no se salvarán.

 De la misma manera, desde la lectura de 1° Corintios 11, debería ser una regla que las mujeres no se corten el cabello y congreguen con la cabeza tapada “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” 

Entendemos que esta forma de lectura resulta restrictiva e impracticable en muchos casos. Cabe destacar, sin embargo, que existen denominaciones o subgrupos dentro de algunas de ellas que tienen lecturas similares a la que se describió anteriormente. Por ejemplo, entre los Pentecostales conservadores o Hermanos Libres conservadores. En dichos casos, las mujeres se comportan de esa manera en las reuniones dominicales, se visten de forma especial, usan mantilla para cubrir su cabeza, en general no pueden utilizar pantalones, no forman parte de los ministerios y el servicio público y, si enseñan, sólo lo hacen a otras mujeres o a los niños; suelen tener muchos hijos y se dedican sólo a las tareas del hogar y no se desarrollan profesionalmente sino que sus tareas suelen ser las de ama de casa.

4.2. Interpretación Contextual

1° Corintios 14:33b-35 “Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.”

El Apóstol Pablo viene hablando en el contexto inmediato del capítulo 14, exhortando a los Corintios que procuren “profetizar”, y les explica como ejercer dicho don. 1° Corintios 14:1 “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.” 1° Corintios 14:26 “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación”. 1° Corintios 14:29 “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen”.

Previamente en el capítulo 11, Pablo afirma: 1° Corintios 11:3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” Pablo refuerza aquí la sujeción del hombre a Cristo, y la sujeción de la mujer al hombre (en el contexto del matrimonio). Cristo como cabeza de todo varón (“todo” es una referencia clara de que Cristo es autoridad sobre todos los varones/hombres), pero el varón es cabeza de la mujer (no dice “todo varón es cabeza de toda mujer”), lo que daría a entender algo que no es de aplicación general, sino particular en el marco matrimonial.

Una traducción más exacta y fiel al original de este pasaje es como lo refleja la traducción Dios Habla Hoy: “Pero quiero que entiendan que Cristo es cabeza de cada hombre, y que el esposo es cabeza de su esposa, así como Dios es cabeza de Cristo.”

Por lo tanto, el Apóstol Pablo no está prohibiendo el ejercicio del don de profecía en las mujeres, sino que aquellas que están casadas ejerzan este don en sujeción a su marido. Una posible señal de sujeción en ese entonces, era el uso de “algo” que cubra su cabello.

En el vs. 34 dice “vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.” La palabra para “mujeres” (G1135, γυνή, guné) utilizada aquí puede tener el significado de “esposa”, por lo tanto, podría estar refiriéndose a que las esposas guarden silencio. No hay un texto de la ley que el Apóstol Pablo cite aquí, así que podemos asumir que se sigue refiriendo al orden de la creación de Génesis citado en varias oportunidades en estos textos, y a la consecuencia del pecado que generó que la voluntad de la esposa se someta a la voluntad de su marido, por lo que “como también la ley lo dice” podría ser un claro énfasis al principio de sujeción de la esposa al esposo.

Esto debería generarnos las siguientes preguntas: ¿Está Pablo diciendo que las mujeres se callen en las congregaciones? ¿Se contradice esto con el hecho de que las mujeres pueden profetizar, según el Capítulo 11? ¿Se contradice esto con que las mujeres están incluidas en el versículo 14:26 “cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación”?

Apelando al principio de No Contradicción que nos lleve a una interpretación correcta de este texto difícil de las Escrituras, leemos en el vs. 33 “Como en todas las iglesias de los santos”. Claramente hay un principio y práctica universal que se daba en todas las iglesias, por lo tanto, lo que Pablo está diciendo aquí no puede contradecirse con lo que sucediera en otras congregaciones.

Si las mujeres podían profetizar y orar en la congregación (1° Corintios 11), ¿en qué circunstancias Pablo les pide que callen o que guarden silencio? Dado el contexto inmediato podemos concluir que, cuando los esposos están enseñando, profetizando y/o ejerciendo sus dones, el Apóstol Pablo está exhortando a las mujeres a guardar silencio durante el ejercicio de tales dones, o al menos no interrumpirlos con preguntas, o no contradecirlos, mostrando así su sujeción a su marido; con base también en el versículo 35 “Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.”

Podemos asumir además, dado el contexto cultural que vivía Corinto y su adoración a la diosa Afrodita, que muchas de las nuevas personas convertidas y añadidas a la iglesia traían malas costumbres, como por ejemplo el de las sacerdotisas del templo y su ejercicio autoritativo por sobre los hombres en pos de ensalzar el Paganismo. Pablo está reafirmando aquí a Dios y el orden establecido por Él dentro de la iglesia como testimonio para dentro y fuera de la congregación de creyentes.

Continuando con el punto anterior, dado el carácter Epistolar de 1° Corintios y de que Pablo responde a ciertas situaciones que se había enterado que estaban viviendo en dicha congregación (1° Corintios 1:11 “Contiendas”;  1° Corintios 5:1 “Fornicación”; 1° Corintios 11:18 “Divisiones”), podemos asumir que Pablo está aconsejando que las mujeres dejen de comportarse de la manera que lo venían haciendo, según fue informado, y que no interrumpan con preguntas ni comportamientos “indecorosos” según las costumbres de su época. Y en caso que quieran aprender más acerca de las enseñanzas, profecías, revelación o de los dones manifestados por sus esposos en el culto público, que pregunten en sus casas en vez de actuar de maneras indecorosas o con falta se sujeción hacia su marido.

 

Además de ello, definitivamente Pablo está hablando a los matrimonios y no a las mujeres solteras, o a todas las mujeres en general, sino, ¿cómo podría una mujer soltera “preguntar a su marido en sus casas”? Por lo tanto, sacar esto de una regla que Pablo establece de respeto entre los matrimonios para llevarlo a una regla de jerarquía y gobierno en la iglesia, consiste en forzar al texto a decir algo que definitivamente no dice. No se puede asumir que “las mujeres callen en la congregación” es un mandato general hacia todas las mujeres, leído fuera se su contexto inmediato, ya que caeríamos en un literalismo inapropiado, descontextualización, y no ver que Pablo habla a los matrimonios y no a todas las mujeres y hombres.

Centrándonos ahora en el pasaje de 1° Timoteo 2, vemos por su contexto inmediato que el objetivo expresado por el Apóstol Pablo es para “la Iglesia de Dios” y su expectativa de cómo debía comportarse la iglesia de Éfeso comunicado en 1° Timoteo 3:14-15 “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.”

El Apóstol Pablo estaba orientando a esta congregación a que expresen de la mejor manera posible su testimonio en dicha ciudad, ya que la iglesia y cómo nos comportamos en ella es “baluarte de la Verdad” (baluarte = fortificación de defensa, protección). La iglesia es la primera línea de defensa de la verdad de Dios.

Por lo tanto, lo que se está exponiendo son consejos y exhortaciones que pretenden que las familias vivan en armonía siendo de buen testimonio y estando las mujeres sujetas a sus maridos, manifestando esto públicamente con acciones concretas (sujeción, cuidado de las reuniones públicas, forma de vestimenta, etc.) y visibles para sus contemporáneos.

 

4.3. Interpretación Universal o Corrección Particular 

Por un lado, algunos entienden que la interpretación de 1° Timoteo 2, 1° Corintios 11 y 1° Corintios 14 no es solamente aplicable a su contexto inmediato, sino aplicable a todos los contextos, edades y congregaciones. Por lo tanto deberían tomarse estas instrucciones como una regla general para ejercer dones de liderazgo y enseñanza por las mujeres como práctica universal de la iglesia.

Sin embargo, si bien contienen algunos principios universales, no así una lista de reglas y mandamientos aplicables a todas las iglesias de todos los tiempos y culturas, ya que estas cartas tienen objetivos específicos y son una respuesta del Apóstol Pablo a un estado de situación particular de cada una de las iglesias. Dado que esto es una constante en cada uno de sus escritos, estas enseñanzas puntuales tienen un enfoque particular y cultural enfocado al contexto inmediato de las iglesias receptoras.

Todas estas recomendaciones están inmersas en los mismos párrafos en que Pablo instruye respecto al ejercicio de la enseñanza y autoridad de la mujer en la congregación, por lo tanto, una interpretación posible y más probable es que muchos de estos mandatos y reglas dependan de una aplicación cultural y sea una respuesta a las vivencias de dichas iglesias, sobre cuestiones que era importante evitar y erradicar de la vida de la congregación. El contexto pecaminoso y desenfrenado de Éfeso necesitaba que los líderes de la iglesia reflejen el ideal de Dios.

Sí está muy claro, y es posible conocer, dado el estudio de los usos y costumbres de la época, y de la Palabra de Dios, que la ciudad de Éfeso vivía un desenfreno sexual propio de la adoración a la diosa Diana (Hechos 19:28 “Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!”). Sabemos que dichas prácticas no son válidas dentro del cuerpo de Cristo, y que el Apóstol Pablo exhorta a los hermanos de esa ciudad contra tales comportamientos. (Efesios 5:3, 8 “Entre ustedes ni siquiera deben hablar de inmoralidad sexual, ni de avaricia, ni de ninguna otra clase de depravación, pues ustedes son santos. […] En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz”. Efesios 4:17-19 “No vivan ya como la gente sin Dios. Después de que perdieron toda sensibilidad, se entregaron al libertinaje para cometer con avidez toda clase de impureza”. 1° Timoteo 1:9 “También sabemos que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para todo lo que se oponga a la sana doctrina”). Es lógico pensar que muchos cristianos recién convertidos vendrían de su vieja vida con matrimonios poligámicos o tendencias a dicha práctica, y el Apóstol está defendiendo el modelo de Dios y promoviendo que sus líderes sean quienes den el ejemplo en primera instancia.


Además, en ambas ciudades, había un gran número de mujeres sacerdotisas que funcionaban como autoridades espirituales paganas en los templos de Diana (Éfeso) y Afrodita (Corinto), donde los hombres llevaban ofrendas a estos templos accediendo a los servicios de prostitución de dichas sacerdotisas, que se adornaban con joyas y vestidos para atraer a los hombres.

4.4. Aplicaciones Culturales

No se puede aplicar directamente normas para la cultura de la época a la cultura actual. De hecho, mucho de lo que Pablo indica a estas iglesias de Éfeso y Corinto se debe a una corrección particular hacia estas iglesias destinatarias para cambiar conductas que eran inapropiadas en la vida individual, social y de reunión como iglesia. Por ejemplo, a lo largo de toda la primera carta a Timoteo vemos exhortaciones acerca de cómo vestirse, cómo orar, la alimentación, cómo deben comportarse las viudas, conversaciones que hay que evitar, de la argumentación sin sentido, entre otros temas. De la misma manera, no deberíamos pretender que mandatos sobre formas de comportarse específicas tales como no usar joyas, evitar peinados ostentosos (1° Timoteo 2:9), o callar en la congregación (1° Corintios 14:34), cubrirse el cabello (1° Corintios 11:5), etc. se lean fuera de su contexto y pensar que son las mismas joyas, los mismos peinados, y las mismas situaciones que se viven hoy en día. Esto se hace evidente, de la lectura de 1° Corintios 11 “[…] Si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. […] La mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza. Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.” Esto es sin dudas una referencia cultural, ya que para nosotros hoy, en nuestra cultura occidental, no nos es evidente ni natural entender la honra o deshonra del hombre o la mujer en relación al largo de su cabello. Y justamente este mismo texto, en los versículos 11 y 12, refieren una verdad que nos sirve de marco para afirmar lo anterior: “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios”.

 

En un sentido de aplicación cultural pero para la cultura actual, los que se oponen a que las mujeres puedan enseñar, predicar o ejercer autoridad en la congregación, argumentan sus restricciones sobre la base de situaciones de nuestro contexto actual. Por ejemplo:

Por precaución o cuidado del avance de corrientes como el feminismo radical.

Se debe cuidar a la Iglesia actual del avance de las falsas doctrinas e ideologías como el feminismo extremo que busca empoderar a la mujer por sobre el hombre, denigrando a este último, a su persona y su autoridad. Entonces la no posibilidad de enseñar o liderar de una mujer tiene un efecto precautorio.

Sin embargo entendemos que, si en la actualidad un movimiento feminista anti-bíblico quisiera ingresar en la iglesia e impartir falsas doctrinas impulsando someter al hombre a una posición servil y sin autoridad en el matrimonio, sería bueno recordar estos pasajes, pero como una advertencia justificada y contextualizada, para cuidar el orden dado por Dios en que los hombres son cabeza de la mujer. Ese es un principio indiscutible, y se aplica en que la responsabilidad última de la enseñanza y guía de la familia recae sobre el hombre. Y aún una mujer en un rol de autoridad máxima en la congregación estaría de acuerdo con este principio, si es temerosa de Dios.

 

Por cuidado de la pasividad del hombre.

El mandato de Pablo en 1° Timoteo 2 representa un cuidado para que los hombres no se “echen a menos” y asuman su rol designado desde la creación como cabeza o autoridad sobre la mujer.

 

Porque históricamente se interpretó de la misma manera.

Si históricamente se interpretó de la misma forma, en cuanto a que el liderazgo de la iglesia debía ejercerse por hombres y no por mujeres, ¿por qué debemos cuestionar esto ahora?

En este caso debiéramos preguntarnos si efectivamente siempre se interpretó así, ya que, como veremos más adelante, las denominaciones cristianas mayoritarias no hacen esta interpretación, y esa postura deviene de tiempo de re-estudio y re-interpretación de este tema a la luz de la Escritura.

Además, basarse en la interpretación histórica no es garantía de infalibilidad. Es conocido que históricamente los teólogos que han revisado estos pasajes difíciles han interpretado desde una óptica literalista, es decir, los roles de autoridad, enseñanza y predicación están guardados sólo para los hombres en las congregaciones de creyentes. Sin embargo, sin desacreditar el gran valor y aporte de la interpretación histórica de la Biblia que hemos heredado como cristianos, entendemos que considerar, someter y basar nuestro pensamiento sólo a la interpretación histórica de estos pasajes puede ser un error por los siguientes motivos:

  • El principio de “Sola Escritura” definido por Martín Lutero, estableció que, si bien para los primeros reformadores, los primeros concilios ecuménicos y escritos de los Padres de la Iglesia fueron importantes para sus reflexiones teológicas, son secundarios como autoridad final en cuestiones de fe y práctica.

 

  • Considerar la tradición teológica por encima de una interpretación personal de la Escritura, es una costumbre aceptada por el Catolicismo Apostólico Romano y la Ortodoxia Oriental, religiones a las cuales la Iglesia Evangélica y las denominaciones de corte protestante no adhieren. práctica.

 

  • La Palabra de Dios nos guía a escudriñar (usar bien, no apartarnos, meditar) las Sagradas Escrituras, por lo tanto un ejercicio de estudio profundo de la misma, para interpretar los textos de difícil interpretación, es seguir la voluntad de Dios por encima de basarnos en la interpretación de otras autoridades.

 

  • Existen ejemplos de interpretación histórica que consideramos inválidos en la actualidad. Por ejemplo, Juan 5:39; Hechos 17:11; 2 Timoteo 2:15; Josué 1:8; Salmo 119:11; Salmo 1:2, fueron utilizados para justificar la esclavitud, interpretación bíblica que fue ampliamente aceptada hasta el Siglo XVIII, cuando comenzó a ser desafiada por los movimientos abolicionistas.

 

Sí debemos reconocer que hay verdades y principios espirituales aplicables a toda persona e iglesia, en toda época y lugar, que trascienden por sobre la aplicación cultural. Estas verdades y principios generalmente coinciden y se complementan con otras secciones de la Escritura, y no se contradicen con ellas.

Es responsabilidad de la iglesia local, mediante los líderes con los dones reconocidos por la congregación, interpretar la aplicación práctica de dichas verdades en pasajes poco claros o difíciles de entender o aplicar como los analizados en este caso. Por ejemplo:

 

El hombre es cabeza de la mujer y ella debe estar en sujeción a él en su relación de matrimonio (no fuera de esta relación).

Este es un principio que se observa en estos pasajes bíblicos, pero que también se observa en otros pasajes a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento.

 

La congregación local debe ser un ámbito para que los hermanos puedan reunirse a orar, levantar manos santas, y ser ejemplo y buen testimonio entre ellos y hacia los de afuera, en el contexto en el que fueron puestos por Dios, respetando las verdades de Dios reveladas en su Palabra.

Este principio se aplica en cada iglesia del Nuevo Testamento y también al pueblo de Israel. Dios quiere a través de sus hijos llevar su verdad al mundo y dar a conocer su mensaje de salvación. Cada cultura es diferente, y la Iglesia debe ser portadora de la verdad de Dios siendo de buen testimonio, evitando el pecado, pero adaptándose cuidadosamente en la cultura en la que fue puesta. Por algo el Apóstol Pablo dice: “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.” (1° Corintios 9:20-22).

 

En un caso puntual como el de Éfeso, en el que las mujeres podrían querer ejercer autoridad por la fuerza sobre sus maridos atentando sobre el testimonio del nombre de Dios, probablemente por las costumbres paganas de sus vidas pasadas o por su contexto pagano influenciado por la adoración a la diosa Diana, era necesario reforzar el principio de autoridad del hombre como cabeza del hogar, responsable de su familia y esposa, por lo tanto en su rol de ejercer la autoridad indicada por Dios para guiar a su familia, y reforzar también el hecho de que las esposas deban someterse a dicha autoridad.

4.5. Adaptación a las Costumbres y Tradiciones Judías

Pablo puede estar indicando guardar estas costumbres para el buen funcionamiento de la iglesia local, necesarias para fortalecerse como comunidad de fe en su cultura inmediata y expandir saludablemente el Evangelio. En este sentido, era el hombre quien enseñaba en las sinagogas, y no las mujeres, por lo que Pablo alienta a que se mantenga ese estándar conocido para diferenciarse del mundo idólatra que lo rodeaba. Asimismo, los hombres eran en su generalidad alfabetizados y estudiosos de las Escrituras, las mujeres eran mayormente analfabetas y dedicadas a tareas del hogar. Por lo tanto exponer a mujeres a hablar, sobre todo nuevas cristianas provenientes de religiones paganas, traería mucho desorden (cosa que tal vez ya sucedía y por eso Pablo les escribe esto mismo).

Estos dos últimos argumentos se refuerzan cuando vemos que también Pablo exhorta a los hombres en relación a sus actitudes, devenidas en malas costumbres que era necesario erradicar: En 1° Timoteo 2 se buscan erradicar los pleitos entre los hombres, la falta de oración, y fomentar la oración en santidad en la congregación, así como evitar el legalismo. “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” Y en 1° Timoteo 1 se expone acerca de las falsas doctrinas relacionadas con aquellos que se creían Maestros de la Ley pero que sin embargo generaban peleas entre los hermanos.

4.6. Sujeción General o Marital

Una forma de leer estos pasajes es entendiendo que expresan la autoridad que “el hombre” ejerce sobre “la mujer”, a nivel de género. Es decir, que todas las mujeres deben someterse a la autoridad de algún hombre presente o de todos ellos.

Pero por otro lado, también puede entenderse que la sujeción que se expresan, debe interpretarse como sujeción de una mujer hacia su esposo y no “de todas las mujeres hacia todos los hombres de la congregación”. Por lo tanto, si se cumple esta premisa de que una mujer casada está sujeta a su marido, sería suficiente condición para ejercer la enseñanza pública y un rol de autoridad en la iglesia, y debería tomarse como una señal de buen testimonio. Además, Pablo escribe en su carta a los Efesios (iglesia de la cual Timoteo estaba a cargo pastoralmente al recibir sus cartas) acerca de la sujeción de las esposas a sus maridos, complementando y reafirmando este principio como algo propio del matrimonio y no como una cuestión de género. Efesios 5:22-25: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” 

En los textos estudiados, el significado de la palabra “mujeres” es traducible como “mujer” o “esposa”.

MUJER: Diccionario STRONG: G1135 - γυνή - guné: de la base de G1096; mujer; específicamente esposa: casado, esposa, mujer. (1° Timoteo 2:9)

Según 1° Timoteo 2:15 “Pero se salvará [la mujer] engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.” Claramente Pablo está hablando en este párrafo a las mujeres casadas, ya que a una mujer soltera no podría exigírsele “salvarse engendrando hijos”.

En la práctica, esta interpretación tiene más sentido, ya que sería ilógico que la esposa de una persona deba sujetarse a la autoridad masculina de un ajeno a ese matrimonio por más que sea en el contexto de la congregación, sólo por el hecho de su sexo, y no hay otro argumento bíblico que sustente esta idea de que todo el género femenino debe someterse a la autoridad de todo el género masculino. Además esto puede observarse de manera explícita en pasajes como: 1° Corintios 14:35 “Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.”

El Apóstol Pablo define explícitamente que, cuando las mujeres hablaban en público, esto resultaba una situación “indecorosa” dado su contexto, algo que no se replica en nuestro contexto actual. Asimismo, es claro que el escritor circunscribe la autoridad del hombre a su matrimonio, y no a las mujeres en general.

 

1° Timoteo 2:12 “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”

EJERCER DOMINIO:

  • Diccionario STRONG G831: authenteō, ow-then-teh'-o. Actuar por uno mismo, es decir, (en sentido figurado) dominar: - usurpar la autoridad sobre. 

  • VINE: authenteo (ἀύθεντέω, G831) Ejercer autoridad por propia cuenta. Se usa en 1° Timoteo 2:12, la Versión Revisada Inglesa traduce: «usurpar autoridad»; «ejercer dominio» (RVR; RV: «tomar autoridad»). En su utilización más antigua la palabra significaba “uno que con su propia mano daba muerte a otros o a sí mismo”. Más tarde vino a denotar a “uno que actúa asumiendo autoridad por su propia cuenta; de ahí, ejercer autoridad, dominio”.

  • THAYER: Strong G831 - Usurpar autoridad, dominar, ejercer poder para enseñorearse del otro, matar a otro con sus propias manos, ejercer autoridad autocráticamente.

HOMBRE: STRONG (Esp): G435, ἀνήρ, anér. Palabra primaria [Compare G444]; hombre (propiamente como un varón individual): esposo, hombre, marido, varón.

ESTAR EN SILENCIO: STRONG: ἡσυχία, jesujía. Femenino de G2272: Silencio, sosegadamente. / Quietud.

 

1° Timoteo 2:15 “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.

ENGENDRANDO HIJOS:

  • VINE (Diccionario Expositivo del NT): G5042, teknogonia (τεκνογονία G5042) (teknon, hijo; y una raíz genû), donde gennao, engendrar, denota tener hijos, implicando los deberes de la maternidad (RV, RVR, RVR77: «mediante la función maternal»).

  • STRONG (Español): G5042, τεκνογονία, teknogonía. De lo mismo que G5041; alumbramiento (paternidad), por ejemplo (por implicación) maternidad (desempeño de los deberes maternos).

Definitivamente está hablando de mujeres casadas. Las solteras no pueden (o no deberían, en el contexto de los hijos de Dios) tener hijos fuera del matrimonio.

(No se incluyeron las traducciones de las demás palabras del versículo debido a que son similares o iguales en español a su significado original).

 

Una lectura honesta y completa de este versículo considerando el significado de cada una de sus palabras en su contexto inmediato, podría ser: “No permito a la mujer (esposa) enseñar o instruir a su esposo ni usurpar su autoridad (o buscar ejercer liderazgo sobre él con violencia, aún al querer enseñarle o instruirlo), sino permanecer en un estado de tranquilidad, quietud y sosiego ante la autoridad de su marido”.

El Apóstol Pablo escribió este mandamiento específicamente indicando que las mujeres eviten todo acto de querer usurpar la autoridad del hombre mediante actos violentos, autoritarios, irrespetuosos, ya sea física o verbalmente, que muestren una actitud clara de desobediencia y falta de sujeción a la autoridad de su marido. Aquí no hay referencia a un don de enseñanza dado por Dios a la mujer, reconocido voluntariamente por su marido, su familia y por la iglesia, ejercido en sujeción a su marido y con un buen testimonio frente a la iglesia y a la sociedad, sino que el Apóstol Pablo está corrigiendo una conducta desleal dentro del matrimonio en la que la mujer está luchando violentamente por ejercer la autoridad y correr al hombre del lugar que le pertenece como cabeza del hogar. Por eso Pablo cita el orden de la creación, para volver a poner a esas mujeres en una relación de orden frente a sus maridos antes de querer ejercer un don frente a la congregación.

4.7. Comparación de Textos y No Contradicción


Existen numerosos pasajes bíblicos que exponen a mujeres en roles de autoridad, de enseñanza y proféticos. Se aclara que, aunque no se use la misma palabra griega διδάσκω didásko (Strong: G1321) utilizada en 1° Timoteo 2:12 “Porque no permito a la mujer enseñar” en otros pasajes bíblicos, no implica necesariamente que otros verbos como profetizar, colaborar en el evangelio, orar en público, enseñar, tener una iglesia en su casa, ser diaconisa, ser una mujer apóstol, etc. utilizados en los pasajes mencionados, excluyan o carezcan del significado o sentido de ejercer “Enseñanza” o “Autoridad” sobre una comunidad cristiana en sí mismos; al contrario, el significado de cada una de esas palabras como su aplicación en los diferentes contextos, incluyen claros ejemplos de enseñanza y ejercicio de autoridad.

1° Corintios 11:14-15 “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado“. La propia Biblia define la tarea profética en 1° Corintios 14:3 diciendo que "el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación". Estos textos están diciendo que es impropio que una mujer profetice con la cabeza descubierta (lo cual también es cultural), pero no está diciendo necesariamente que todas las mujeres en todas las congregaciones en todas las épocas deben estar en sujeción a alguien de sexo masculino en el contexto del orden jerárquico de la congregación local para poder orar y profetizar en público.

Filipenses 4:2-3. “Evodia y Síntique, […] éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, […] y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.” Se mencionan dos mujeres que trabajaron al lado de Pablo.

1° Timoteo 5:14 “Quiero, pues, que las viudas jóvenes [mujeres] se casen, críen hijos, gobiernen su casa.” El llamado a gobernar su casa es igual al requisito para los ancianos y los obispos en 1° Timoteo 3:2-4 “Pero es necesario que el obispo […] gobierne bien su casa”.

Hechos 18:26 “Apolos comenzó a hablar en la sinagoga sin ningún temor, pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llamaron aparte y le expusieron con todo detalle el camino de Dios”. Priscila (una mujer) y Aquila enseñan a Apolos, y Priscila es mencionada primero en el texto, lo cual es inusual para la época y podía demostrar preeminencia o autoridad. Lo mismo sucede en Romanos 16:3-5 “Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús […] y a la iglesia que se reúne en casa de ellos.”

Romanos 16:1-2 “Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.” Febe, diaconisa, quien se entiende que llevó la carta de Pablo a la iglesia de Roma, y por lo tanto, fue quien la leyó en frente de la congregación.

Romanos 16:5 “María que trabajó fielmente entre ustedes.”

Romanos 16:7 “Andrónico y Junias […] muy estimados entre los apóstoles.” Junias es un nombre femenino, y es nombrada como apóstol.

Hechos 21:9-16 “Éste (Felipe el evangelista) tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban”. 

Lucas 2.36-38 “Ana, profetisa, […] hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.” 


Hechos 2:17. Pedro cita a Joel (Joel 2:28) “Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán”.

Éxodo 15:20 “Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.”

2° Reyes 22:14 “Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda”.

Jueces 4:4-5 “Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio”.

4.8. Ejercicio de la Autoridad


En función de los versículos analizados anteriormente, y a fines de comprender si una mujer puede asumir el rol de Anciana o Pastora en la congregación local de cristianos, vemos que: 


“Marido de una sola mujer” es un texto que se repite en 1° Timoteo 3:2 como requisito de los obispos, pero también en 1° Timoteo 3:12, para los diáconos. Por lo tanto, no implica una referencia al sexo o género de quién ejerce el rol, sino una expresión del ideal de Dios para el matrimonio que debe vivir una persona que ocupa esa función, que desea servir en este ministerio y que será de testimonio para la iglesia y para la sociedad. Si hiciera referencia a que sólo los hombres pueden asumir ese rol, no podría haber mujeres diaconisas, como vimos en los pasajes anteriores; por ejemplo, Febe (Romanos 16:1).


En los versículos 12 al 14 de 1° Timoteo 2, analizados exegéticamente y hermenéuticamente, considerando el significado de sus palabras, las citas del Pablo a Génesis, las referencias cruzadas entre un versículo y el otro (tema que se desarrolla más adelante), lo que originalmente Pablo quiso comunicar y lo que los efesios y Timoteo, instruido en las Sagradas Escrituras (2° Timoteo 3:15) comprendieron, nos dan más luz para entender de que la exhortación del Apóstol Pablo es a mantener en alto el principio de sujeción de las esposas a los esposos, y evitar que las mujeres tengan actitudes que rompan la paz y tranquilidad de la iglesia queriendo asumir roles de liderazgo o autoridad por medio de la usurpación violenta de la autoridad de sus maridos, o queriendo imponerse con sus dones de enseñanza por sobre ellos, ya que desde el pecado de Adán y Eva, Dios mismo estableció este principio de sumisión al cuál todos los matrimonios deben atenerse, si son cristianos y aman a Dios.

Sería contradictorio pedir a las mujeres que callen en la congregación, y luego afirmar que pueden “orar o profetizar” como algo normal de la vida de la iglesia, y siendo ésta una actividad pública que requiere expresarse verbalmente.


Sería contradictorio exponer que las mujeres (de forma universal) no pueden ejercer dones de enseñanza o autoridad, y luego mencionar a una mujer como Apóstol (“Junias” Romanos 16:7), reconocida no solo por el Apóstol Pablo sino también por los primeros Padres de la Iglesia, y cuyo rol comprende tareas de ser enviado a predicar y enseñar el mensaje del Evangelio, abrir nuevas obras/iglesias y formar a los nuevos cristianos, designar autoridades locales en la iglesia, supervisar a dichas autoridades, corregirlas y guiarlas doctrinalmente, etc. 


Sería contradictorio exponer que una mujer no puede ejercer autoridad o enseñar en el contexto de la iglesia local (en forma universal), y al mismo tiempo mencionar a “Priscila y Aquila y a la iglesia que está en su casa” (Romanos 16:3,5) dando preeminencia a Priscila en esta frase al nombrarla primero.


4.9. Universalidad de la Repartición de Dones y Llamado


El mandamiento de Jesús es para todos, hombres y mujeres sin restricciones. 


El llamado a hacer discípulos, enseñar y predicar el Evangelio, y los dones dados por Dios para ejercer dichas actividades fueron dados para todos, no sólo a los hombres, y no tienen restricción de género fundamentada en la Escritura.

Mateo 28:19-20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. 

Marcos 16:15-16 "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado."

Hechos 1:8 "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."

Los dones son repartidos por el Espíritu Santo a todos sin restricción de sexo.


Hechos 2:1-5. “Estaban todos unánimes juntos. […] Y fueron todos llenos del Espíritu Santo”. Esos “todos” eran los citados en Hechos 1:14-15 “Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos […] (y los reunidos eran como ciento veinte en número)”. El Espíritu Santo, que es quien reparte los dones, fue derramado sobre todos.

1° Corintios 12:4-11 "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere."

1° Corintios 12:28-31 "Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente."

Romanos 12:6-8 "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría."

Efesios 4:11-13 "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo."

1 Pedro 4:10-11 "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén." 

4.10. El Orden de la Creación 


1° Timoteo 2:13-14 “Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.”


En los versículos 13 y 14, Pablo nos refiere a Génesis 3, en dónde se relata la desobediencia del hombre en el jardín del Edén. Aunque muchos de los que están en contra del rol de mujer en tareas de enseñanza o pastorales toman este pasaje como base para su argumentación, en realidad no podríamos indicar que el versículo 13 se refiere a que el orden temporal en el que fueron creados representa un orden jerárquico apuntando a Génesis 1:6-8 o Génesis 2:21-25, ya que al momento de ser creados, más allá del orden temporal de su creación, su situación delante de Dios era igual, “a imagen y semejanza”, “benditos”, “sin pecado” (antes de la caída). 


Génesis 3:16 nos da luz sobre este tema, al cual el Apóstol Pablo hace especial referencia aquí: “y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.” (O, “tu voluntad será sujeta a tu marido.”). El Señor, estableció como consecuencia de la caída, y posiblemente como castigo a Eva (pero que afecta a ambos), por dejarse engañar por la Serpiente y pecar contra Dios, que su rol sería de sumisión frente a la voluntad de su marido. De ninguna manera podemos afirmar que Dios expuso que el género femenino estaría destinado a someterse al género masculino, ya que Génesis 3 está expresado en el contexto de un matrimonio. 

Los versículos 13 y 14 de 1° Timoteo 2 no pueden leerse por separado, sino como una interpretación del Apóstol Pablo a lo que Dios expuso a Adán y Eva, en el contexto de su comisión de pecado de desobediencia, causado porque Eva permitió ser engañada por la Serpiente en primer lugar, y que dio como uno de sus resultados que la mujer (esposa) tendría un rol de sumisión en la relación marital hacia su marido de allí hacia adelante. Leer el versículo 13 separado del 14, asumiendo que “sólo por el orden de la creación”, el hombre debe ser autoridad sobre la mujer sea cual sea la circunstancia y por tal motivo la mujer no puede enseñar, sería leer de manera incompleta el pasaje bíblico, la interpretación del Apóstol Pablo a Génesis 3, y Génesis 3 como relato de la caída del hombre y la mujer y las consecuencias del pecado, en sí mismo. 

4.11. Doctrina No Fundamental 


Se considera que éste es un tema secundario en relación a las doctrinas cristianas fundamentales. Hay doctrinas primarias a las que toda persona que se hace llamar cristiano debe coincidir: salvación, justificación, santificación, trinidad, el Pecado, la Inspiración de la Palabra de Dios, etc.

Pero el cómo expresar el don de enseñanza o liderazgo no es algo que modifique ninguna de las doctrinas fundamentales de la nuestra fe. 

5. ANÁLISIS DESDE LA PRAXIS

Podemos analizar las siguientes situaciones y evaluar si en la práctica y en la vida de la Iglesia a nivel general y en el CCU a nivel particular (o en la congregación local en la que se evalúe este tema), la predicación bíblica de las mujeres y su participación en el liderazgo principal, fue y es una realidad que edifica al cuerpo de Cristo en dicho lugar, o no.

 

5.1. Posturas Denominacionales

La postura de las dos denominaciones más grandes de nuestro país, así como de la Unión Evangélica Argentina, a la cual pertenecemos, no tienen reparos respecto del ejercicio de enseñanza o pastoral de la mujer.

 

UNIÓN DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS

  • En Argentina reconocen y ordenan al ministerio pastoral a mujeres desde hace varios años.

  • En la práctica había muchas obras pastoreadas por mujeres pero sin ordenación, y decidieron avanzar hacia un reconocimiento formal de esta labor en los últimos años.

 

CONFEDERACIÓN BAUTISTA ARGENTINA

  • No tiene limitantes en sus declaraciones oficiales respecto a la ordenación pastoral de mujeres.

  • Tienen muchas de sus iglesias con mujeres ordenadas al pastorado.

 

UNIÓN EVANGÉLICA ARGENTINA

  • Formamos parte de una denominación que permite la designación de ancianas mujeres y no prohíbe ni excluye a las mujeres en su manual de principios y prácticas y estatuto oficial para ser incluidas en el proceso de ordenación pastoral.

  • Hay iglesias de la UEA que actualmente tienen Ancianas ordenadas por sus iglesias locales.

  • Hay iglesias de la UEA que en la actualidad tienen mujeres ejerciendo roles pastorales en función aunque sin ordenación formal.

 

  

5.2. Preguntas de Análisis Práctico

Las siguientes preguntas propuestas nos permiten analizar la aplicación la enseñanza bíblica en la práctica de la Congregación Local.

 

  • La mujer que predica o enseña la Palabra, ¿tiene un don específico dado por Dios y validado por la congregación y el liderazgo actual para realizar dicha tarea?

  • La mujer que lidera, u ocupa un rol de Anciano, Consejo Pastoral o Pastor en la iglesia, ¿tiene un don específico dado por Dios para ejercer dicho rol y validado por la congregación y el liderazgo actual para realizar dicha tarea?

  • ¿Hace bien, bendice, edifica a la iglesia que una mujer predique o enseñe, lidere o pastoree a otros hermanos?

  • Cuando las mujeres de la iglesia local enseñan o predican, ¿instruyen y edifican a las personas, los ayudan a crecer en la fe, predican el evangelio bíblico a la par de cualquier hombre en cuanto a capacidad, don, llamado y resultados?

  • Cuando una mujer comparte una reflexión o enseñanza bíblica mientras dirige la alabanza, en una reunión misionera, al compartir la reflexión de la Santa Cena, al compartir una reflexión en otros ministerios de forma pública ¿está “enseñando” en los términos tratados en los pasajes en cuestión? ¿Está infringiendo el “callen en la congregación”?

  • Si la mujer puede enseñar, pero sólo a otras mujeres y niños. ¿Una mujer puede ser maestra de seminario, de escuela bíblica, de niños, de pre-adolescentes, de adolescentes? Si la respuesta es sí: ¿Hasta qué edades? ¿Qué delimita la madurez del niño/hombre que es enseñado por una mujer, como para limitar su rol de maestra hacia los hombres de la congregación?

  • Si una mujer expone una enseñanza bíblica acompañada de su marido ¿sí es válida su enseñanza? ¿En ese caso, sí puede ejercer tal función?

  • El CCU inició su obra con Alicia Minnard, una mujer que estuvo a cargo y pastoreó, enseñó y discipuló a los miembros de esta congregación durante varios años. Ella hizo esto en la práctica aunque sin ordenación formal de la Unión Evangélica Argentina como “Pastora”. Ella predicaba los Domingos, discipulaba a los nuevos estudiantes, hombres y mujeres, y a los nuevos miembros de la iglesia. ¿Ella enseñó en la congregación en ese tiempo, de acuerdo a los términos bíblicos? ¿Estaba desobedeciendo a Dios al hacer eso?

  • ¿El CCU desobedeció a Dios al reconocer a Alicia como su Pastora en sus actas oficiales de conformación de la iglesia?

  • ¿Tenemos conocimiento que el primer equipo pastoral del CCU estuvo conformado por Alicia Minnard como Pastora y una mujer llamada Mercedes Villanueva "ordenada al ministerio luego de 2 años de período de prueba" por parte de la UEA?, además de otro hombre sin reconocimiento y/u ordenación formal?

  • ¿Las demás obras que conocemos que han iniciado y continuado a cargo de una mujer, están en desobediencia a Dios?

  • Algunos opinan que una mujer puede ejercer las actividades de enseñanza y pastorado hasta que se levante un hombre con esos dones. Si esto no sucede ¿sí les es permitido hacerlo? ¿Es permitido desobedecer a la Escritura de acuerdo a la necesidad de recursos capacitados para enseñar y pastorear?

  • ¿La gran comisión con todos sus componentes está limitada solamente a hombres? Por ejemplo ir, hacer discípulos, enseñar todas las cosas que Jesús enseñó, bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¿es un mandato sólo para los hombres? ¿Es una parte para hombres y otra para mujeres?

  • Cuando una misionera está en el campo y está a cargo de una obra, su predicación y enseñanza en esa obra o nueva iglesia ¿Está en desobediencia a los pasajes expresados previamente? ¿En ese caso, esa mujer sólo puede enseñar a mujeres y niños pero debería evitar enseñar o predicar la Palabra si hay hombres presentes?

  • El pasaje de 1° Timoteo 2 vincula estrechamente el “enseñar” con que la mujer “ejerza autoridad” sobre el hombre. Entonces ¿Si la mujer no puede enseñar tampoco debería ejercer ningún rol de autoridad donde tenga algún hombre a su cargo? Por lo tanto ¿Incluir mujeres en el liderazgo de ministerios, o como ancianas, diaconisas o con funciones pastorales en la iglesia, donde sus decisiones puedan influir o afectar sobre hombres, sería bíblicamente incorrecto?

  • ¿Hay actualmente mujeres con dones de enseñanza, predicación y pastorales en nuestra congregación? ¿Es coherente con la enseñanza bíblica respecto de los dones y el llamado de las personas que limitemos el ejercicio de los dones dados por Dios a las mujeres, sólo por ser mujer?

  • ¿Si limitamos a las mujeres en el uso de sus dones de enseñanza o pastorales como con cualquier otro don, estaríamos limitando la obra de Dios en el CCU por no permitir que estas mujeres desarrollen sus dones? ¿Cuál sería el impacto que tiene en la Iglesia y en las propias mujeres la decisión de limitar este rol sobre las mujeres, si efectivamente tienen un don dado por Dios?

 

5.3. Actitudes Coherentes

Al no tratarse este tema sobre una doctrina fundamental, quien concluye en hacer una lectura literal asumiendo que la mujer "no puede enseñar ni ejercer autoridad en la congregación", en caso de ver que en la congregación SI se permite predicar, enseñar y liderar a una mujer, puede con total libertad y en señal de rechazo a dicha práctica mostrar su desacuerdo de diferentes maneras, sin afectar la paz y la convivencia de la congregación.

Sin embargo, sería coherente que quien tome esta actitud, considere en leer literalmente el resto de los textos del mismo párrafo, y no sólo una parte de ellos, reaccionando con el mismo rechazo hacia las otras situaciones mencionadas, para demostrar que hace una lectura honesta, con una hermenéutica correcta y fiel a “todo el Consejo de Dios” (Hechos 20:27) y consecuente con su forma de interpretar, poner en práctica y guardar lo que Dios manda.

 

Por ejemplo:

  •  1° Timoteo 2:8 “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.”
    Si conocemos a algún hombre que está sirviendo, predicando, ministrando, orando en la iglesia, y está enemistado o ejerciendo alguna conversación o acción que incluya murmuración, crítica, chisme, disensión, o similar que no tenga resueltas situaciones de ira o contienda con su prójimo, entonces deberíamos actuar con la misma rigurosidad y por ejemplo evitar participar de dichos momentos en señal de rechazo, y al mismo tiempo respetar si alguien toma la misma actitud hacia nosotros si evalúa que estamos fallando en el mismo área.

  • 1° Timoteo 2:9 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”
    Si vemos que alguna mujer no se viste decorosamente o de manera modesta, o si evaluamos que alguna mujer ha invertido demasiado dinero en la peluquería (peinado ostentoso), o si observamos que alguna mujer tiene puestas joyas de oro, perlas o algún vestido o ropa de marca que cueste mucho dinero, entonces deberíamos tomar la misma actitud de rechazo, y también respetar si alguien toma esa actitud sobre nosotros o alguna mujer de nuestra familia.

  • 1° Timoteo 2:10 “sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”
    Deberíamos observar si las mujeres ejercen buenas obras y son consecuentes con “ser una mujer que profesa la piedad”. En caso de no sentirnos cómodo con las mujeres que ingresan en la iglesia debido a que no hacen buenas obras, deberíamos mostrarles nuestro rechazo de la misma manera, tratar de no participar de los mismos espacios en los que participan ellas y/o mostrar nuestro desacuerdo con su participación en la iglesia de una manera tan rigurosa como "si estuvieran enseñando". Y respetar si alguien toma la misma actitud si evalúa que nosotros somos esa persona o alguna mujer de nuestra familia.

  • 1° Timoteo 2:11 “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción“.
    Si escuchamos a alguna mujer hablar en la iglesia y eso nos molesta, mostrémosle nuestro rechazo y alejémonos de ella o vayámonos de la reunión. También si percibimos que no está lo suficientemente sujeta a los demás hombres de la congregación (asumiendo que la sujeción de la mujer es hacia el hombre, a nivel general, y no en el ámbito marital). Y respetemos si alguien toma la misma actitud para con nosotros o respecto a nuestra esposa, hija o alguna mujer de nuestra familia.

  • 1° Timoteo 2:15 “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”
    Si vemos alguna mujer que no tiene hijos, mostrémosle nuestro rechazo. Tratemos de no estar en el mismo lugar que esa persona, porque esa mujer no estaría obedeciendo a Dios. Y respetemos si alguien toma la misma actitud con nosotros, nuestra esposa o cualquier mujer de nuestra familia.

En caso de que no estemos dispuestos a reaccionar con el mismo rigor, interpretación literal y celo por la Palabra con todo el párrafo que el Apóstol Pablo revela aquí en 1° Timoteo 2:8-15, sería bueno preguntarnos:

  • ¿Por qué algunas de estas cosas me hacen reaccionar más que otras?

  • ¿Esa molestia particular viene de Dios o de prejuicios que necesitan ser revisados?

  • ¿Si viene de Dios, por qué no es consistente con el resto de los versículos y solo la aplico a uno de ellos?

  • ¿Si viene de mis prejuicios, por qué/para qué sigo manteniéndolos?

6. CONCLUSIONES 

Por el análisis Bíblico:

  • Desde una aplicación correcta de las reglas hermenéuticas y exegéticas para el análisis bíblico.

  • Desde el análisis del contexto cultural de los pasajes bíblicos en cuestión.

  • Desde la comprensión de la intención del Apóstol Pablo, su posible respuesta a situaciones específicas de Éfeso y Corinto, y la correcta aplicación contextualizada de sus exhortaciones.

  • Debido al no impacto en las doctrinas fundamentales sobre nuestra fe.

  • Desde el análisis de los principios bíblicos que sí podemos considerar como universales. (Por ej: Sujeción Marital y no General)

  • Desde la lectura honesta y coherente de los textos sagrados.

Por el análisis Práctico:

  • De la realidad de las denominaciones e iglesias en general, con mujeres que pastorean y enseñan.

  • De la realidad de nuestra iglesia en particular en la actualidad y la enseñanza de las mujeres en diversos ministerios y su desempeño en diversos roles de autoridad.

  • De la realidad histórica del CCU, que fue fundada y pastoreada por una mujer, reconocida como Pastora en sus actas oficiales y con un equipo Pastoral compuesto por otra mujer ordenada al Ministerio por la UEA (Mercedes Villanueva)

  • De la realidad de nuestra denominación (UEA) que tiene mujeres reconocidas como Ancianas y Pastoras locales en función, aunque no ordenadas aún.

  • De la realidad que se vive en el campo misionero cuando una mujer enseña, predica, pastorea y no por ello juzgamos que desobedece a Dios.

  • De las preguntas lógicas y de aplicación práctica realizadas en este documento.

Concluimos:

Que la aplicación literal y universal (universal = anacrónica, descontextualizada, para todos los tiempos y todas las iglesias de todas las épocas) de la enseñanza de estos pasaje es incorrecta e inaplicable. Entendemos que esta forma interpretativa corre el gran riesgo de interpretar de manera literal sólo algunas partes de la Escritura, generando una condicionalidad conveniente, siendo desleales al texto y aplicando una hermenéutica incorrecta. 


Por ejemplo, cuando consideramos y permitimos que una mujer pueda compartir enseñanzas a adolescentes, jóvenes, en grupos pequeños, en una reunión de oración, al momento de dirigir el tiempo de alabanzas, pero no así a los adultos en una reunión o culto general dominical al exponer la Palabra de Dios, estamos definiendo arbitrariamente una contra-regla para evitar el mandato de “no enseñar” en la congregación. (Permitimos desobedecer estos mandamientos a conveniencia)


De la misma manera, si en la actualidad una mujer puede liderar ministerios, coordinar áreas y formar parte de un Consejo Pastoral pero no puede ser ordenada Pastora según nuestras prácticas y costumbres, aplicamos la misma lógica, y elegimos dar autoridad sobre hombres y sobre parte de la congregación, pero no elegimos hacerlo sobre toda ella y/o de manera oficial.


Asimismo, le exigiríamos a una mujer que no enseñe en la congregación, aplicando literalmente la lectura 1° Timoteo 2:12, pero no le exigimos tener hijos, ni tenemos problemas con que use joyas o gaste mucho dinero en la peluquería, haciendo una lectura contextualizada del mismo texto, tres versículos antes y tres después (1° Timoteo 2:9, 15).


Por lo tanto, debemos ser cuidadosos e interpretar de manera fiel los pasajes bíblicos tal como el autor original quiso transmitir el mensaje, y como Dios quiere transmitir su Palabra. 


Los pasajes estudiados nos permiten entender que el Apóstol Pablo busca que las mujeres actúen decorosamente y que mantengan una actitud de sujeción hacia sus maridos, siendo este último un principio universal que se mantiene en toda la Sagrada Escritura, y no implica una jerarquía en la autoridad de la iglesia, sino en el matrimonio. Pero de ninguna manera, busca limitar el uso de sus dones dentro de la congregación, sino que este ejercicio sea hecho en orden y guardando el buen testimonio.

Por lo tanto, si hay mujeres que, al igual que cualquier hombre, han sido llamadas por Dios y han sido dotadas por Dios del don de enseñanza y predicación, disponen de los requisitos bíblicos para hacerlo, cuentan con un buen testimonio y en caso de estar casadas se encuentran en sujeción a sus maridos, consideramos que están habilitadas para desarrollar la actividad de enseñanza y predicación en nuestra congregación, previa aprobación y supervisión del Consejo Pastoral, Ancianos, Pastores o autoridades vigentes de la iglesia local, quienes son los responsables de velar por la enseñanza bíblica de la iglesia con la guía del Espíritu Santo.
 
De la misma forma, y bajo el mismo análisis explicado anteriormente, consideramos que las mujeres con dones dados por Dios para presidir, liderar, pastorear y/o administrar, tienen la misma capacidad de hacerlo en roles de autoridad que los hombres, siempre y cuando tengan buen testimonio y estén en sujeción a sus maridos si están casadas, y cumplan con los requisitos que las cartas de Tito 1:5-16 y 1 Timoteo 3:1-13 exigen para los Ancianos, Obispos y Diáconos. De esa manera pueden formar parte de un Consejo Pastoral, ser nominadas como Ancianas, como también ser candidatas al ministerio Pastoral.

De esta manera, sin efectuar ningún cambio sobre la forma de gobierno del CCU, continuando las costumbres que desde el inicio ha tenido nuestra congregación y en respuesta a las dudas y consultas que algunos nos han hecho llegar acerca de si la mujer puede o no enseñar, predicar, liderar y/o pastorear en la Iglesia, consideramos que no hay ningún impedimento bíblico-doctrinal, práctico, oficial o denominacional para continuar con dicha práctica que consideramos es y será de muchísima bendición para toda la Iglesia de Cristo.

7. ACLARACIONES FINALES

Entendemos que cada hijo de Dios tiene libertad de pensamiento, la libertad de ser guiado por el Espíritu Santo en su interpretación de la Biblia, y la aplicación práctica de la misma. Y en pasajes difíciles como éstos, consideramos que no debemos exigir a nadie tomar una postura radical por una u otra interpretación. Sin embargo, sea cual sea la postura elegida, se debe valorar y tratar con respeto al hermano que piense diferente y elija una postura distinta a la de uno mismo.

¡Que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios! (1° Corintios 10:31)

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